Con voz propia... La población vinculada
“En el año 1995 tuvo conocimiento de la existencia de la Colonia Zamorana y de inmediato se hizo socia, avisándonos a todos los hermanos. En ese mismo año fue seleccionada para integrar el Plan Añoranza junto con su hermano Francisco, que gracias a la Diputación de Zamora se llevaría a cabo. El 13 de diciembre de 1995 partió con su hermano y el resto de los emigrantes rumbo a España. Todo el viaje muy emotivo, ella estaba ávida de todo y de ir al encuentro de su niñez y de sus familiares.”
Ángel José, Ciria Esther y María de los Ángeles Lorenzo Díaz, La vida de un emigrante. Una historia para no olvidar contada por sus hijos. I Premio Memoria de la Emigración Zamorana
“Las dos menores y yo figuramos en el censo electoral de Zamora. La segunda en el de Madrid. Emitimos puntualmente nuestro voto a excepción de mi hija mayor que nunca ha recibido las papeletas. (En febrero pasado tampoco recibió las papeletas para el referéndum el 20 de febrero. En fecha 3 de ese mes yo remití una carta de reclamación a la Sra. Presidente de la Junta Provincial de Zamora. Aún no he obtenido respuesta).”
José Parriego Pérez, Un zamorano emigra a América para trabajar en sectores carenciados. I Premio Memoria de la Emigración Zamorana
“Dedicó muchas horas de su vida a unir a los descendientes de Castilla, fundó con un grupo de compañeros el Centro Castellano, el que funcionó primero en un local chiquito, en calle 9 de julio, y gracias al esfuerzo de sus integrantes compraron un espacio más grande en Avenida Facundo Zuviría. Allí funcionó por muchos años, es el centro castellano que conocí, el club en el que los niños jugábamos y nos conocíamos mientras nuestros padres, todos ellos descendientes de españoles, desarrollaban algunas actividades como frontón o pelota a paleta…”
Rosa Graciela del Huerto Mansilla, Una lágrima no derramada. I Premio Memoria de la Emigración Zamorana
“Soy nieta de estos cuatro burgaleses (…) Ellos dejaron su tierra a principios del siglo XX y llegaron a la Argentina buscando prosperidad. (…) Desde pequeña me sobrecogía escucharlos contar esas vivencias, pero a su vez eso generó en mí un profundo respeto por mis cuatro emigrantes y por todos los emigrantes. Este sentimiento me ha impulsado a servir en el Centro Burgalés de Buenos Aires (…) siempre digo que mis abuelos me hicieron un gran regalo: “me regalaron España”. Esa tierra que siento absolutamente como propia.”
Julia Hernando Cabezón, Breve historia de Constantina Moreno y Julio Hernando. I Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa
“Julia se jubiló a finales de la década de los 70, y fue cuando regresó de El Havre, y pasó toda su vida de jubilada en Tábara y en Zamora. Julia pasó toda su vida laboral activa de emigrante en otras tierras. Sólo regresó cuando dejó de trabajar.”
Mateo del Amo Alonso, Tábara (Zamora): foco de emigración. II Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa
“nací el 30 de noviembre de 1953 en esta capital habanera. Se me otorgó la ciudadanía española el 1 de enero de 2011, en virtud ele la Ley n° 52 de 2007, Ley de la Memoria Histórica, por ser nieta de ciudadanos españoles de origen, de lo cual me siento muy orgullosa. Me decidí a participar en el IV Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa, que ha publicitado la Sociedad Benéfica Burgalesa a la cual pertenezco…”.
Mayra Ruiz Barrera, Añoranzas, alegrías y tristezas. IV Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa
“Era hombre natural, sencillo, gustaba tararear aquella canción española “Francisco Alegre, corazón mío…” y recordaba cada cierto tiempo su terruño, su gente, tal vez sin quererlo despertó en sus hijos el sentimiento hacia su tierra natal. Hoy somos miembros de la Colonia Leonesa y nos sentimos orgullosos de ser parte de esta asociación, porque sobre todo, nos permite de cierta manera rendirle nuestros recuerdos y homenaje a quien fue, junto a nuestra madre, nuestro creador.”
Julio Jesús Cubría Peregrino, ¡Cómo pesan los recuerdos! V Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa